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Mastitis: cómo prevenirla y tratarla

La mastitis es un problema muy común que se produce en el pecho de las mujeres durante el período de lactancia. Por ello, es importante tener la información necesaria para prevenirla, poniendo especial interés en la higiene y en las posibles grietas que pueden aparecer en los pezones durante esta etapa.

¿Qué es la mastitis?

La mastitis es una infección que se produce en el tejido mamario afectando sobre todo a las mujeres que se encuentran amamantando a su bebé, siendo el porcentaje de las afectadas superior al 10%, y una de las principales causas de abandono de la lactancia, aunque como veremos posteriormente, es justo el aumento de la frecuencia en las tomas del bebé una de las mejores formas de prevenir esta infección cuando ya se notan los primeros síntomas.

¿Cuándo estamos ante una mastitis?

La exteriorización de la mastitis suele producirse durante las primeras 6 a 12 semanas posteriores al parto, apareciendo los siguientes signos:

  • Senos más grandes, duros y tensos. Suelen ir acompañados de una piel enrojecida y brillante.
  • Fiebre elevada
  • Sensibilidad mamaria
  • Dolor o sensación de ardor continuo o durante la lactancia.
  • Malestar general: sensación de cansancio y fatiga.

[bctt tweet=»Durante las primeras semanas #postparto es necesario estar atento a la posible aparición de la #mastitis para evitar que la misma pueda empeorar. » username=»»]

Causas que pueden provocarla

La lactancia es una habilidad que se adquiere con el hecho de amamantar al bebé, por lo que es posible que si la acción no se realiza de manera correcta es posible que la leche quede retenida en la mama produciéndose la mastitis.

Otra de las posibles causas es la obstrucción de un conducto galactóforo. Ocurre cuando el pecho no se vacía por completo durante el amamantamiento, lo que provoca que uno de los conductos de salida de la leche materna se obstruya, haciendo que la leche retroceda y se produzca así la infección en el pecho.

Después de la obstrucción del conducto, otra de las posibles causas de la mastitis son las heridas o fisuras que aparecen en el pezón. A pesar de que se trate de pequeñas heridas, éstas se convierten en el lugar perfecto para que las bacterias se instalen y acechen el tejido mamario. De esta forma, las propias bacterias que se encuentran sobre la piel y la boca del bebé pueden entrar a través de estas heridas en los conductos galactóforos produciendo una mastitis bacteriana. En este caso, el bebé queda protegido de la infección gracias a las propiedades antibióticas de la leche materna.

¿Se puede alimentar al bebé cuando se sufre mastitis?

La contestación a esta pregunta es , considerándose además uno de los principales remedios para acabar con la mastitis, ya que si se produce el vaciado de los senos, evita la obstrucción de los conductos de la leche, impidiendo que la infección vaya a más. El vaciamiento frecuente de la mama es esencial para que la mastitis desaparezca.

[pullquote]La mastitis sólo afecta a la madre, el bebé no queda contagiado por la misma[/pullquote]

Hay mujeres que piensan que la salud del bebé se puede ver comprometida por la mastitis creyendo erróneamente que la leche materna está contaminada. Todo lo contrario. La leche materna es rica en anticuerpos y posee sustancia antibacterianas que protegen al bebé, además, la propia acidez del estómago del bebé se ocupa de destruir cualquier bacteria o toxina que se ingiera. Por ello, se recomienda seguir con el amamantamiento durante la mastitis.

En el caso de que la mastitis sea aguda y la succión del bebé genere un gran malestar o dolor, sería conveniente utilizar dispositivos que permitan extraer la leche de la mama. Una vez succionado el líquido, se puede vaciar en un recipiente y utilizar el biberón para alimentar al bebé.

Es necesario hacer hincapié en que la mastitis sólo afecta a la madre, el bebé no queda contagiado por la misma.

Factores de riesgo

  • Pezones agrietados o con pequeñas heridas (aunque la mastitis puede aparecer sin que este factor esté presente).
  • Si se amamanta al bebé en una sola posición, ya que dificulta el vaciamiento completo del pecho.
  • Usar sostenes ajustados que puedan ejercer presión sobre el pecho.
  • Cansancio y estrés (es muy común durante los primeros meses tras el parto que la mujer sufra depresión postparto).
  • Tener una dieta o nutrición deficiente.

Tratamiento

En el caso de que aparezcan los primeros signos de mastitis, lo ideal sería aumentar la frecuencia en las tomas, ya que es el método más eficaz para que se produzca el vaciado del pecho. La succión que realiza el bebé permite que la leche fluya a través de los conductos mamarios y evita que la leche siga retenida y baje la inflamación, además de aliviar el malestar en los senos.

También se puede aplicar calor seco en el pecho o con una compresa caliente y húmeda así como dar masajes, éstos últimos se realizan ejerciendo una presión suave desde la mama hacia el pezón.

En el caso de que el malestar vaya en aumento, se debe acudir al médico para que recete los antibióticos y los analgésicos adecuados. Los antibióticos más usados son las penicilinas o cefalisporinas (dicloxacilina, cefalexina o cefradina). Se consideran antibióticos seguros durante la lactancia, ya que las cantidades que se eliminan a través de la leche son mínimas y el bebé no se ve afectado.

[pullquote]La mejor forma de acabar con la mastitis es continuar con la lactancia materna, ya que provoca el vaciado del pecho[/pullquote]

Es necesario acudir cuanto antes para evitar la formación de un posible absceso, ya que en ese caso sería necesario vaciar el bulto quirúrgicamente, comprometiendo la lactancia materna.

Recomendaciones a tener en cuentaMastitis bacteriana

  • Es recomendable acudir a un especialista en lactancia materna para que guíe sobre las técnicas más adecuadas en esta materia de forma que se pueda tener un mejor conocimiento y evitar complicaciones como la mastitis.
  • Realizar reposo hasta que la infección termine.
  • Dar el pecho cambiando de posición con frecuencia para que el seno se vacíe completamente.
  • Dar la toma comenzando por el pecho que está inflamado.
  • Después de cada toma se recomienda extraer la leche sobrante del pecho enfermo de manera manual para reducir el hinchazón.
  • La aplicación de un paño o compresa caliente mojada sobre la areola durante 10-15 minutos antes de la toma ayuda al inicio de la emisión de la leche.
  • Tomar la medicación prescrita por el médico.
  • No abandonar la lactancia.

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